Faisalabad, activistas cristianos y musulmanes en la plaza contra el trabajo de los menores
Faisalabad (AsiaNews)- El gobierno paquistaní debe reforzar los controles para desraizar la práctica del trabajo de los menores, aprobando mientras tanto normas severas e iniciando una campaña de sensibilización sobre los efectos nefastos hacia los niños a la economía del País y a la nación entera. Es cuánto piden los manifestantes a la llamada "Red Card ti Child Labour Campaign" (en la foto), que se realiza en contemporánea con la Jornada Mundial contra el trabajo de los menores. Quien promovió la iniciativa fue la asociación Human Devolopment (Phd Foundation), junto a asociaciones por los derechos humanos (Lahr), el Adara Samaji Behbood (Asb), el Pakistan Interfait Peace CVouncil and Human Rights y la Awareness and Development Organization (Ado). Presentes, entre otros, niños y jóvenes, que han entonado cantos y eslogan contra el trabajo de menores.
Suneel malik, director de PHD Foundation, subraya que 2el fenómeno del trabajo de menores no se terminará hasta que no habrá una toma de conciencia del fenómeno y no baja el nivel de pobreza", junto a la obligación "de la instrucción de primer nivel para todos los niños". La coordinadora de Awan, Shazia Georg pone el acento sobre el trabajo de menores "entre las paredes domésticas", informales y escondidos por naturaleza, casi imposible de controlar.
El abogado musulmán Nosheen Najeeb invita al ejecutivi a iniciar una investigación profunda para evaluar la portada del trabajo de menores y conocer el número de niños de la calle en Paquistán. Terminada esta primera operación, es necesario poner en campo políticas eficaces para "erradicar el fenómeno de la raíz, apuntando a la eliminación de la pobreza y sobre la instrucción". LO acompaña en esto su colega Majahid Gillani, según el cual "los pretextos adoptados para justificar el trabajo de menores, como la pobreza y la desocupación, son insuficientes". Y agrega que en Paquistán: "Las verdaderas causas son la falta de voluntad, de compromiso, determinación y sinceridad de las autoridades en el proteger a los niños de los abusos".
Ishad Parkash, activista, refiere que en Paquistán al menos 7,3 millones de niños no frecuentan la escuela, el segundo País en el mundo por extensión del fenómeno, y es "obligación del Estado" proveer a su instrucción primaria, que sea "obligatoria y gratuita". Younas Shahzad pide la creación de centros para la recuperación de los niños de la calle y de menores víctimas de explotación, para que sea restituida a ellos una vida normal, vestidos, ropas, libros y una fuente mínima de subsistencia.
Según cuánto refiere el movimiento activista Sparc (Society for the Protection of the Rights of the Chil), en Paquistán es praxis común utilizar el trabajo de menores en diversos sectores, desde el empleo para tareas pesadas y peligrosas. Estimaciones de hace poco, refieren miembros de la asociación, muestran que entre "los 11 y 12 millones de niños, la mitad de los cuales debajo de los 10 años, son explotados por trabajo" en todo el territorio nacional.
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